Mujeres que hacen sonar el cambio: Reflexiones sobre el desafío de la industria musical.
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una fecha que nos invita a reflexionar sobre los avances, pero también sobre las luchas persistentes hacia la igualdad de género. En la música, una de las expresiones artísticas más poderosas de la humanidad, las mujeres han sido históricamente relegadas a papeles secundarios y enfrentadas a un sistema mayoritariamente dominado por hombres. Esta realidad, aunque se ha transformado lentamente a lo largo de los años, sigue planteando retos significativos para quienes buscan hacer oír su voz en un universo profesional que no siempre les brinda las mismas oportunidades.
Marta Fonseca
A pesar de estos obstáculos, las mujeres en la música han continuado desafiando las normas, influyendo y creando sonidos que resuenan en todo el mundo. Hoy, su presencia en géneros como el pop, el rock, el jazz, la música clásica y el rap, entre otros, es cada vez más notoria, pero aún queda mucho por hacer para que la industria sea verdaderamente inclusiva y equitativa.
En este contexto, tuvimos la oportunidad de entrevistar a tres mujeres músicas costarricenses para conocer su perspectiva como artistas dentro de esta industria: Katherine Ortiz, cantante y bajista en le banda Kibbo Kift, Sol López, cantante de la banda Rana Bruja. Marta Fonseca, cantante y guitarrista, integrante de Suite Doble.
Conversando con Marta, llegamos a una conclusión interesante: las mujeres han sostenido la industria de la música siempre. “Las mujeres hemos sostenido la industria de la música desde siempre. Tanto como consumidoras de productos artísticos como de artistas. Por ejemplo: somos quienes llenábamos los estadios de The Beatles, o de Elvis Presley, o Sandro, Carlos Gardel, Luis Miguel y un largo etcétera…gritábamos y aplaudíamos hasta el desmayo por apoyarlos.”
“Eso no sucedía con las mujeres artistas… los hombres no son tan frenéticos” menciona la cantante. Desde consumidoras hasta apropiarse del escenario y hacerlo suyo, el camino no ha sido fácil para Marta quien pisaba escenarios en nuestro país a finales de los 90 en una industria aún más desigual para las mujeres músicas.
Katherine Ortiz, cantante de Kibbo Kift
El contexto para Sol y Katherine ha sido un poco diferente, aunque se enfrentan constantemente a desafíos dentro de la industria, la música las empodera.
“Cada vez que me subo a un escenario la verdad es que es un momento que me brinda demasiado poder, me da muchísimo poder a mí misma… me encanta escribir canciones, me encanta tocar bajo y me encanta cantar. Inmediatamente me entra una fuerza interna que la verdad no sé de dónde viene y una confianza increíble y el tocar música de verdad me brinda muchísimo muchísimo poder… el arte me empodera”, nos comentaba Katherine.
Al consultarle acerca de qué consejo le daría a las jóvenes que quieren iniciarse en la música y qué cambios espera ver en la industria musical en relación con la representación y el apoyo a mujeres artistas, la vocalista nos comentó:
Sol López, cantante de Rana Bruja
El sentimiento de Sol es muy similar al de Katherine, la vocalista de Rana Bruja nos cuenta que el sentimiento que la invade al ver a la gente corear sus canciones es algo que no puede describir con palabras y que le da sentido a todas las cosas que hacen como banda.
Sol nos compartió dos momentos memorables como mujer en tarima. El primero fue en uno de sus aniversarios cuando vio que las personas que estaban más cercanas a la tarima eran mujeres, mujeres que estaban bailando y coreando a la banda. El segundo fue una de esas anécdotas que no podemos dejar pasar, y fue cuando en un evento en el que estaban le consultaron a Pablo (único integrante hombre de Rana Bruja) si él era el director de la banda.
Anécdotas como estas muestran que todavía hay desafíos, pero Sol le manda un mensaje también a esa chicas que están pensando iniciarse en la música:
Cerrando el círculo: Hacia una industria musical más equitativa
La reflexión que surge a partir de las voces de estas mujeres es clara: la industria musical necesita un cambio profundo. Es fundamental garantizar una mayor representación femenina en todos los niveles de la producción musical, desde las primeras etapas de creación hasta los puestos de liderazgo. Esto implica no solo abrir más espacios para las mujeres en las salas de grabación y en los escenarios, sino también reconocer su trabajo detrás de las cámaras, en la producción, la gestión y las decisiones comerciales.
Además, es urgente que las políticas públicas y las iniciativas privadas en la industria musical promuevan la igualdad de oportunidades y respeten los derechos laborales de las mujeres, garantizando espacios seguros donde puedan desarrollarse sin temores a la discriminación o el acoso.
Estamos presenciando una transformación lenta, pero constante. Este 8M, celebremos no solo los logros de las mujeres en la música, sino también el trabajo pendiente para lograr una industria más justa, donde sus voces no solo sean escuchadas, sino también respetadas y valoradas en toda su diversidad.